Una luz en el túnel

En su programa radial el Presidente acuñó una frase que empezó a utilizar habitualmente en todos los ámbitos. "En 60 días empezaremos a ver la luz en el final del túnel". Y aunque algunos se rían, podemos decir que esa llama de la esperanza está mas cerca, aunque para ello haga falta orientar la vista hacia allí.

Hace muchos años una frase me llama la atención, no por el contenido sino por la distancia que establecen quienes la dicen. "En 30 días se pudre todo". Y la pregunta que uno se hace es ¿donde vive alguien que preanuncia el apocalipsis con tanta alegría?

Cuando algunos editoriales atrás hablábamos de que el Presidente Duhalde es un tiempista (para los que no lo saben es una cualidad en determinados atletas de carreras de aliento regulado), ello vuelve a la mesa de análisis. Sus enemigos internos empiezan a ceder posiciones ante la carencia de resultados concretos.

La derecha, encerrada en un discurso golpista, empieza a perder brillo por lo cada vez mas delirante de sus propuestas, que van desde una coalición Menem-López Murphy (dos personajes altamente rechazados por la ciudadanía) hasta una invasión de marines norteamericanos. Tamaña hilaridad empieza a demostrar la falta de contenido. Sorpresa mayúscula causó en los círculos vernáculos que los militares se muestran convencidos de su integración al sistema democrático cumpliendo su tarea profesional. Por ello debieron recurrir a la zonzera de los soldados de invasión. De todas formas elucubran conspiraciones que se desarman ya que los Estados Unidos se acercarán más a Duhalde al ver que empieza a ordenar el tema provincial, el Presupuesto, y que por sobre todas la cosas el país (aunque "parado") no se ha desbarrancado a pesar de una devaluación que ya es de casi el 120 %. Washington puso a prueba al Presidente y empieza a creerle, porque prefieren negociar sus acreencias con alguien institucionalmente orgánico y no con trasnochados conspiradores de resultado incierto.

Dentro del Justicialismo, tiene dos arietes que están apurados para que se retire de la Casa Rosada. Los gobernadores José Manuel De la Sota y Néstor Kirchner, de Córdoba y Santa Cruz respectivamente, no ocultan de tanto en tanto mostrarle un poco los dientes al dirigente bonaerense. Pero el santacruceño, notó en su último viaje a la Capital, que los porteños solo quieren una solución de sus problemas mas que un proceso eleccionario inmediato. Ese reclamo, característico de la izquierda, escasamente reune un 2 % de los votos. Por ello se mostró conciliador con la negociación del nuevo pacto de coparticipación.

De la Sota, en cambio, volvió a "incendiarse" al anunciar "si me votan, les muestro la solución al corralito". En un momento en que la clase política no tiene plafón esgrime una idea que suena a soborno, muy lejos de los renunciamientos patrióticos que el país necesita. El cordobés es la expresión de cómo estamos. Todos quieren el poder y a muy pocos les interesa ser héroes. Obviamente ya no hay más Belgranos. Pero cual bumerang, la reacción de la opinión pública lo vuelve a golpear a apenas dos meses de su desaire a Adolfo Rodríguez Saá, que lo culpó directamente de provocar su caída en la efímera gestión presidencial. Para peor de sus contendientes, pudo reunir 30 mil personas que lo vitorearon en la Plaza del Sí, tras el discurso inaugural de sesiones. ¿Aparato? Seguro. Pero también es cierto que muchos gobernadores y políticos también lo tienen, pero pocos podrían hacerlo. El otro frente interno es Menem, cada vez mas mimado en Chile, desde donde anunció su retorno a la Presidencia en el 2003, pero mas olvidado en su propio país.

En el frente nacional logró algo que no pudieron obtener los antecesores presidenciales, forzando a las provincias a "arreglarse" con un porcentaje de lo recaudado. De esta forma, no estará obligado a desvelarse para mantener a gobernadores que en muchos de los casos hablan desde la soberbia de quien solamente administra, sin la obligación de recaudar. Los mandatarios provinciales no solo deberán disponerse a tener buena voluntad, sino que sí o sí tendrán que adecuar sus gastos a lo que entra. Igual a lo que cada uno de nosotros hacemos en nuestros hogares.

¿Y la luz? Duhalde habló de su nuevo modelo económico, que no es otro que el tradicional esquema de mercado interno con sustitución de importaciones y la exportación gracias a la competitividad que otorga una moneda devaluada. En Enero, se exportó 10 % menos que en el mismo mes del año anterior, pero se importó también casi un 60 % menos también. Eso generó un superavit en la balanza comercial cercano a los u$s 1.000 millones. En frebrero la tendencia es similar, por lo que tarde o temprano, eso empieza a derramarse en la economía interna. Nadie desconoce que al mismo tiempo hay indicios de inversiones internas. La bodega Resero, el frigorífico Quickfood, la textil Gatic, Fiat, etc, han comenzado a reincorporar personal ante la perspectiva de comenzar a exportar nuevamente. Europa ha reabierto su mercado de carnes en forma limitada pero con posibilidades de ampliación. Ustedes pueden ver estas noticias permanentemente en nuestro site ConsultoraMundus.com .

Son novedades, y buenas. Porque no todo es malo.

¿Los presos del corralito? Aquí hay un punto a estudiar, porque han sufrido una injusticia que solo se puede destrabar si crece la economía, y camino a ello se va. Al mismo tiempo, por repetido el reclamo empieza a perder apoyo en los no damnificados, saturados quizás de esa consigna cuando hay otros problemas mas graves y urgentes como son la postergación social y la marginación, que no tiene la chance de transferirse o pesificarse a $ 1,40. El lunes, empiezan las clases, y eso es otro punto a favor. La "normalidad" de la rutina empieza a ocupar las mentes ciudadanas en problemas de trabajo, educación, etc, dándole un poco de aire a un gobierno que recibe "pelotazos" todo el tiempo.

Otra semana en la Argentina, que ya es mucho decir...

Lic Daniel do Campo Spada © Marzo 2002-03-01