¿Ultimas horas ?
En la anterior nota de esta columna me manifesté como un hombre de fé... pero qué difícil es ser optimista en Argentina. Con qué facilidad nuestro tejido social se impacienta y actúa en forma egoísta. En el mismo día en que recordamos el nacimiento de la Patria, no podemos ponernos de acuerdo en la formación de una Nación. Cada uno tira para su lado y según sus intereses, en una transferencia del poder que temo pueda terminar en una dictadura.
Este lunes el Presidente Duhalde vuelve a reunir a todos los gobernadores para ponerlos en situación de que si no recibe apoyo, se va. A esta altura de los acontecimientos, los mas perjudicados serán aquellos mandatarios provinciales que tienen aspiraciones, ya que en 120 días (como se especula), deberán hacer la mas difícil campaña de su vida, con posibilidades de asumir en un país descompuesto e inmanejable. La salida electoral implicaría otros doscientos días sin acciones concretas (los mencionados de proceso preelectoral y los cien de "acomodamiento").
"Está harto. Si no lo apoyan, para que va a seguir". Las palabras no pertenecen a otra mas que la Primera Dama, la mas fiel intérprete del dirigente bonaerense, quien ve cómo en las "cumbres mediáticas" recibe apoyo explícito que luego no redunda ni en el préstamos de un funcionario con cartel. Cada candidato se guarda sus hombres para sí, en la ilusión de que todavía quedará un país para conducir.
Hace algunas horas la Cámara de Diputados no solo no derogó la Ley de Subversión Económica, sino que agravó las penas. Ahora retorna al Senado, pero con un sentido opuesto al reclamado por nuestros acreedores del Fondo Monetario Internacional. La fractura que la frágil alianza parlamentaria había hecho con Duhalde parece rota. Hasta el propio Ibarra (Jefe de Gobierno de la Ciudad) manifestó que no cree que el Presidente llegue a Diciembre del 2003, como era de esperar. Este fin de semana se están definiendo muchas cosas. El viaje al exterior de casi una semana convenció al Primer mandatario de la soledad en que nos encontramos, y la rigidez que todos tienen con nosotros (por causas que pertenecerían a otro editorial). Desde los Estados Unidos hasta Italia y España, tienen una sola opción en sus propuestas, y ella pasa por arreglar con el Fondo Monetario Internacional. Si ello no se acepta, la desestabilización interna en que nos pueden inducir sosteniendo sicarios profesionales, puede terminar en disolución jurídica y territorial (que por otra parte es lo que le interesa al mundo).
Monseñor Bergoglio, en su homilía del 25 de Mayo, en el rostro de todos los funcionarios del Gobierno lanzó a toda la clase su temor de un proceso de desintegración nacional, fruto de egoísmos e insensibilidades. San Martín decía que un país se pacifica cuando una fuerza domina a las otras. ¿Cuál será el sector que se arrogue para sí el derecho divino de la conducción de todos?
do Campo Spada©
25 de May0 2002