Por Lic. Daniel do Campo Spada.
Estamos a menos de un mes de las elecciones presidenciales mas apáticas
de la historia argentina. El descrédito de la clase política
nos ha llevado a que hacer campaña signifique no hacer ruido. Por eso
los candidatos se escudan en pequeños actos, muy lejos de las multitudinarias
convocatorias de antaño. En solo cuatro años, la maquinaria
de los partidos políticos ha tenido que adaptarse a una sinrazón
a la cual no están acostumbrados. Desde hace mucho tiempo ya venían
funcionando apenas como clubes electorales, al igual que los comité
de campaña de los Estados Unidos, que se desarman y arman alrededor
de un candidato y para cada elección, pero sin generar estructuras
permanentes.
Cuatro candidatos se reparten en pequeñas y tímidas porciones
un espacio muy reducido en las expectativas ciudadanas. En término
de cuatro puntos porcentuales se ubican Néstor Kirchner, Adolfo Rodríguez
Saá, Carlos Menem y Elisa Carrió. Los tres primeros justicialistas
y una ex radical. Si utilizamos el margen de error de las encuestas, podría
ganar cualquiera de los cuatro, aunque lo único seguro es que habrá
una segunda vuelta el 18 de mayo. Recordemos que el 25 de Mayo, tras inaugurar
el Estadio Unico de La Plata, el Presidente Eduardo Duhalde le colocará
la banda a su sucesor.
Echados a correr los galgos, dentro de las fórmulas peronistas Néstor
Kirchner (Gobernador de Santa Cruz) y Daniel Scioli (ex diputado nacional
por la Ciudad de Buenos Aires y actual Ministro de Deportes y Turismi) apuntan
a los independientes para llegar a la Casa Rosada. Son los elegidos por Duhalde
para poner a su disposición el poderoso aparato bonaerense del Justicialismo,
aunque esto le ha provocado al primer mandatario no pocos dolores de cabeza
y algunas deserciones. Desde siempre Kirchner integró el espectro progresista,
con posturas éticas en diversos temas que lo asemejan a sectores radicales
y de la izquierda. Con casi tres millones de pesos de fortuna personal, muy
lejos está de ser alguien de los de abajo, pero su pertenencia al peronismo
lo obliga a un discurso populista, aunque haciendo equilibrio para no espantar
a los visceralmente antiperonistas, que son el fuerte de su electorado. En
una segunda vuelta, probablemente sea elegido Presidente, ya que tiene el
voto negativo menor del resto de sus contendientes.
La fórmula que le sigue en posibilidades es un llamado de la historia
deseada de la unión de justicialistas y radicales, los principales
partidos populares de nuestra historia contemporánea. No casualmente
se autotitulan como Movimiento Nacional y Popular (MNP). Adolfo Rodríguez
Saá (justicialista, ex Presidente de la Nación por siete días
y ex Gobernador de San Luis) y Melchor Posse (radical, ex Intendente del Partido
de San Isidro y ex interventor del PAMI) han mostrado la línea ideológica
mas clara desde el principio. En un masivo acto, dieron a conocer las 129
medidas de sus primeros cien días de hipotético gobierno, en
los que el Estado recuperaría el lugar que perdió durante el
período menemista. Sin hablar de reestatizar como pretendieron alarmas
los voceros extranjeros, sí ha quedado claro la creación de
nuevas empresas estatales en ferrocarriles, teléfonos y energía.
Es el preferido de la CGT clásica y el que mas haría volver
a funcionar los partidos en forma tradicional. Para muchos es el retorno a
la Argentina de nuestros padres, con todo lo que ello representa en seguridad
y nostalgia.
Carlos Menem (ex Gobernador de La Rioja y ex Presidente de la Nación
en dos oportunidades) y Juan Carlos Romero (Gobernador de Salta), pertenecen
a la misma raza de dirigente paternalista y caudillo de su provincia. Sería
redundante volver sobre lassospechas de corrupción del período
menemista que arrastran a Menem y su entorno mas directo. Es el candidato
de la derecha pro norteamericana, liberal en lo empresario y propenso a un
país dependiente del exterior, en una suerte de Washington-dependencia.
Nadie duda que si actualmente fuera Presidente, el país estaría
implicado en la impopular invasión a Irak., aunque mas no fuera contando
los muertos. Su mediático casamiento con la ex Miss Mundo chilena Cecilia
Bolocco no terminó de cerrar desde una paternidad electoralista que
la inseminación artificial le hubiera dado. Por eso, al igual que en
la campaña del 95, apelará a su condición de hombre sufrido
recordándonos la trágica y nunca aclarada desaparición
de su hijo Carlos juniors. Juan Carlos Romero, arrastra la conocida historia
que liga a su padre Roberto al tráfico de drogas, que le abría
permitido amasar una fortuna varias veces millonaria. De llegar a un ballotage,
seguramente perderá, ya que aglutina el mayor voto en contra.
Elisa Carrió, proveniente del radicalismo de Alfonsín, supo
que sus aspiraciones a la gobernación del Chaco le quedaba chica cuando
las denuncias de corrupción le empezaron a dar figuración mediática.
Ello, junto a su discurso místico nacionalista, la ubicó como
referente de un sector electoral de izquierda que ve en ella a una mínima
posibilidad de pelear el acceso a la Casa Rosada. Al separarse de la Unión
Cívica Radical formó el ARI (Argentinos por una República
de Iguales), punta de alianza de una entente entre con el conservador Partido
Demócrata de Mendoza de donde parte su candidato a vicepresidente,
el diputado nacional Gutiérrez. Pocos meses antes, en medio de la discusión
de leyes de planificación familiar se separó su principal aliado
inicial que era el modesto Partido Socialista, que ha decidido ir con fórmula
propia. Es muy probable que no llegue a una segunda vuelta, aunque tendría
muchas posibilidades de triunfar su debe dirimir la Presidencia con Carlos
Menem.
En pocas semanas, menos de las que contaría una sola mano, vamos a
estar nuevamente frente a la obligación ciudadana de votar, sabiendo
(o creyendo) que el margen demaniobra del próximo Presidente será
muy acotado debido al alto endeudamiento y a la presión internacional.
Pero sepamos que si se debe tomar un rumbo, la única manera es comenzando,
y el volver a tener un presidente electo es un principio.
Lic.Daniel do Campo Spada ©
Abril 01-04-2003