Por Daniel do Campo Spada.
Ya desde su discurso de asunción, Néstor Kirchner se ha mostrado
como un Presidente enérgico y valiente. En solo quince días
de gobierno ha removido la cúpula de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Federal, descabezó el PAMI, puso en caja al Presidente del Banco Central
y va por el desarme de la Suprema Corte menemista. A esto debería agregársele
que recibió a las Madres de Plaza de Mayo en la Casa Rosada, abrió
los archivos de la SIDE en el Caso Amia y solucionó el prolongado conflicto
docente de Entre Ríos.
Cuando el General Brinzoni amagó hacer un conato de resistencia ante
la dura depuración que se estaba instrumentando en las Fuerzas Armadas
pero primordialmente en el Ejército (la fuerza mas comprometida con
la política), fue duro y enérgico, descolocando incluso al timorato
Ministro de Defensa José Pampurro, donde fue expeditivo e hizo los
cambios en 24 horas, para impedir "discursitos" impropios el 29
de mayo, día de la fuerza. Con las otras armas se tomó más
días. El mensaje de que con él no se juega quedó claro
y los uniformados entienden y respetan esas personalidades.
Todavía no se salía de la sorpresa de la energía que
el mandatario había empleado en un tema tan espinoso, que el Presidente
del Banco Central (BCRA) espetó en una universidad que eran un disparate
las declaraciones en el sentido de que el dólar tenía que estar
a tres pesos. No tardó en resurgir una investigación sobre evasión
en la que habría incurrido Prat Gay durante su gestión en la
actividad privada. En las oficinas de la cabeza del sistema financiero han
hecho "mutis por el foro".
Y le tocó el turno a la poderosa Policía Federal Argentina (PFA),
que fue descabezada en cuarenta y ocho horas, con un ambicioso plan de coordinación
con la polémica Policía Bonaerense (la fuerza de seguridad mas
grande del país). El Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la
Nación, Gustavo Béliz y su par de la Provincia de Buenos Aires,
Juan Pablo Cafiero, están armando las bases de un accionar conjunto
entre ambas direcciones, para terminar de una vez con la inseguridad que bandas
de delincuentes han instalado en la región metropolitana. Por otro
lado, se ha convertido en ley la figura del arrepentido y se aumentaron las
penas para los secuestradores. Aumentando la penalidad y mejorando las posibilidades
de control, se pretende llevar a cabo un cambio de clima necesario.
Y por último, avanzó sobre uno de los últimos resquicios
del régimen menemista. La Suprema Corte de Justicia, adicta al ex Presidente
riojano, no tardaría (cuando se acabe la luna de miel) en empezar a
poner palos en la rueda de la gestión gubernamental. Sin ir mas lejos,
en sus salones privados, Julio Nazareno, Presidente del máximo tribunal,
se reía ante la posibilidad de golpear con un fallo que determine que
el 13% de los sueldos estatales y jubilaciones que se recortaron en la época
de De la Rúa deban ser devueltos en efectivo en un pago. El descalabro
de las cuentas públicas sería apenas una de las consecuencias.
Kirchner, rápido de reflejos, dio estado público a la primera
extorsión y denunció la intención del "toma y daca"
a que tan acostumbrados estaban los magistrados. En apenas horas, se dio curso
en la Cámara de Diputados una causa que compromete al Juez riojano,
cuando extralimitándose en sus funciones sancionó al juez Magariños
a resarcir económicamente al Estado por haber emitido un fallo en su
contra. Si la causa supera la Cámara Baja, en el Senado lo espera Cristina
Fernández de Kirchner. Si avanza el cuestionamiento, la mayoría
automática podría huir por los tirantes ante la posibilidad
de perder su pensión vitalicia. Moliné O' Connor y Carlos Fayt
serían los siguientes. Mientras mira partidos de tenis en Francia el
primero y cuenta sus dólares depositados el segundo, saben que sus
tiempos se acortan.
En solo quince días, el Presidente ha demostrado una energía
y determinación que está gustándole a la población,
y aunque Menem (al evitar su segura derrota) le quitó la posibilidad
de un triunfo abrumador en las urnas, se está manejando con una soltura
típica de un primer mandatario fuerte, que está sorprendiendo
a propios, extraños y a quien esto escribe.
Junio 2003 ©