Por Lic. Daniel do Campo Spada.
La renuncia de Guillermo López a la Suprema Corte de Justicia abre
un nuevo espacio de negociación para generar un nuevo máximo
tribunal de Justicia en el país. Con Julio Nazareno renunciado y Eduardo
Moliné O' Connors suspendido, la reciente ida deja desarmada a la denominada
"mayoría automática" que durante la pasada década
avaló los avatares socioeconómicos impulsados por los ex Presidentes
Carlos Menem y Fernando De la Rúa.
En el breve ejercicio de Eduardo Duhalde, actuaron a pedido del por entonces
candidato riojano, que en su estrategia de retorno buscó bloquear cuantas
veces pudo el accionar de la Casa Rosada. Temas como el corralito y la pesificación
fueron arietes de una política de presión que trajo mas de un
dolor de cabeza al Poder Ejecutivo. Cuando el cimbronazo que implicó
la salida de la convertibilidad ya estaba pasando, y desde Balcarce 50 se
preparaban para lanzar un plan económico destinado a la reactivación,
la Corte Suprema, en reunión extraordinaria dictó la inconstitucionalidad
de la pesificación en los depósitos. Todo el tramado de la política
económica a proponer se desarmaba y hubo que suspender de emergencia
los anuncios.
Duhalde no se animó a ir hasta el fondo. Solo la renuncia de Bouseert
permitió el ingreso apresurado de Juan Carlos Maqueda, en una de las
aprobaciones mas expeditivas de la historia.
La llegada de Néstor Kirchner cambió todo, porque muy pocos
apuestan a un regreso del Menem original. Entonces, sus viejos centuriones
judiciales saben que es poco lo que queda.
La renuncia de Julio Nazareno fue el primer naipe que se cayó del castillo.
Eduardo Moliné O' Connor está suspendido y en poco tiempo estará
fuera, igual que Adolfo Vázquez, a quien se le empezará de inmediato
el juicio político en la Cámara de Senadores. Guillermo López
renunció para poder conservar sus privilegios jubilatorios. Pero en
la lista se debe incluir a Carlos Fayt, que figura como columnista de un reconocido
diario de derecha, actitud muy lejana de lo que se espera de un magistrado
en democracia.
Si el ingreso de los reemplazantes de la importante cantidad de vacantes que
se han producido y que se generarán siguen el camino de Eugenio Zaffaroni,
estaremos ante la posibilidad de que muy pronto la cúpula judicial
pueda convertirse en un motivo de orgullo.
Por el momento, en esos innumerables frentes que ha abierto el Presidente
Kirchner, el Judicial no era uno más, sino que por el contrario adquiere
una importancia estratégica para modelar un país que intenta
subsanar las diferencias estructurales agudas que la "vieja Corte"
sostuvo y avaló.
Octubre 2003-10-26 ©