Lic. Daniel do Campo Spada.
Cuando Horst Kholer renunció a la presidencia del Fondo Monetario
Internacional (FMI), todos supimos que se avecinaban días difíciles
en la relación con nuestro país. La Vice, ahora en ejercicio,
es la norteamericana Anne Krueguer, una de las principales enemigas de la
Argentina. En los días aciagos del default y la salida de la convertibilidad,
quería aprovechar la debilidad institucional de nuestro país
para castigarnos violentamente. De esa forma, nos hubiéramos convertido
en un "leading case" para el resto del mundo. Pero no pudo lograrlo
y eso no le gustó.
En una primicia de Novo MundusNET y la 90.7 Mhz FM Flores (de Buenos Aires)
adelantamos veinticuatro horas el acuerdo que finalmente se firmó a
horas de caer nuevamente en cesación de pago. Ante el giro de u$s 3.150
millones, cuando solo restaba la aprobación del FMI, la nueva titular
sacó de la galera cuatro condiciones nuevas que no estaban en lo firmado
en septiembre pasado. Esto generó una decisión firme de la Casa
Rosada que ordenó al titular del Banco Central, Alfonso Prat Gay detener
el pago en Nueva York. Los "conejos", que la nueva titular pretendió
poner como traba impulsaban por la fuerza una negociación desfavorable
con los acreedores privados externos (fondos buitres en la mayoría
de los casos). Inaceptable desde el punto de vista ético y de lo que
tuvo que retractarse. Etica y dinero no siempre van de la mano.
Claro que considerando la posición argentina en el mundo financiero,
donde nos ven como a ese reo que "alguna vez estuvo preso" y que
no redime su honor ni aún cumpliendo su condena, pocos podían
imaginar tanta firmeza del Presidente Néstor Kirchner. Tensó
la cuerda del "no pago" hasta el final, y tras un choque inminente
entre dos "duros", se entrevistó telefónicamente con
Krueguer a horas del default definitivo. El tren se detuvo a metros del paredón
y la Argentina pagará y en unos días saldrá la aprobación
del Fondo. En solo veinte días, el dinero volverá a ser reintegrado.
Claro que quien crea que esto es un final feliz conoce poco de los tiempos
en las grandes negociaciones. En otra oportunidad explicamos que los tiempos
del Estado son distintos a los tiempos de los individuos y este es uno de
los casos. En solo tres meses, que comienzan en quince días con las
misiones de inspección permanente, concluye otro ring. Recién
en Septiembre el tema puede volver a ponerse muy duro, porque allí
se volverá a acordar si el pago de un 3% de superávit del PBI
alcanza o, considerando el crecimiento argentino se pretenda cobrar más.
Por otro lado, los fondos "buitres" aumentarán su presión
sobre sus propios gobiernos, que integran el poderoso grupo de países
industriales G-7, que tienen la voz mas activa en el Directorio del Fondo
Monetario Internacional. Los italianos, están haciendo tal fuerza,
que "a cuenta" de futuros cobros, será el estado italiano
el que cubra la diferencia. A la larga, será el propio gobierno de
Roma el que se convertirá en acreedor.
Hoy, se respira por una horas una tensa calma. La sangre no llegó al
río pero estuvo cerca. A lo que debemos acostumbrarnos es que nunca
en los últimos veinte años hubo negociadores tan duros como
los dos "K".
Marzo 2004-03-10 ©