Por Daniel do Campo Spada.
La vida te da sorpresas decía el trovador, y nadie imaginaba
que nuestro amigo oriental Tabaré Vázquez iba a ser el protagonista
de un editorial como este. ¿Cómo se sentirán los charrúas
que votaron tantos años a esa esperanza que era el Frente Amplio, barrera
contra la entente conservadora de blancos y colorados? ¿Y aquellos
que abordaban los micros en Retiro o los ferrys y desbordantes de alegría,
con gorro, bandera y vincha partiendo de Buenos Aires como si fueran parte
de una epopeya histórica? ...pero así son las cosas. El mandatario
de la República Oriental ha devenido en el mejor discípulo del
otrora colega argentino.
A pesar de que en el año 2004 se opuso al proyecto de instalación
de las pasteras Botnia (de Finlandia) y Ence (de España) alegando corrupción
de su predecesor Jorge Batlle, una edición cercana de la revista montevideana
Brecha mencionaba algo sobre una reunión entre el gobierno y la oposición
(hoy oficialismo). Hoy se cree que allí se acordó la continuidad
del gran negocio de los europeos mas allá de un cambio de manos en
el poder (que en aquel momento ya se vislumbraba). Los acontecimiento actuales,
en los que el gobierno del argentino Néstor Kirchner se cansó
de hacer guiños para negociar una salida elegante a la inminente contaminación
que esas empresas provocarán en la costa de Entre Ríos, demuestran
que todo sirve a un plan superior que el del conflicto ambiental. Vazquez
no quiere negociar, y cualquier medida, como puede ser la de un corte de un
puente internacional o una demanda ante el Tribunal de La Haya sirven para
amenazar con irse del Mercosur y poder, con las manos libres, alinearse con
Estados Unidos.
Una lógica es cierta y nadie la puede negar. Argentina y Brasil se
han movido hegemónicamente en el bloque consultando muy poco a los
socios menores de Paraguay y Uruguay. Asunción y Montevideo avisaron
varias veces el descontento, pero Brasilia y Buenos Aires no se dieron por
aludidos. De todas formas, su posición rupturista supera la del ex
presidente colorado Jorge Batlle, hombre dilecto de la derecha oriental y
amigo principal de los norteamericanos en la región.
Tabaré Vázquez se reunió en el Council of América
con lo mas encumbrado de los republicanos estadounidenses, invitándolos
a trabajar juntos. Estas manifestaciones terminan con la lógica reunión
con George W. Bush, ante quien se mostró sonriente mientras prometía
comenzar a estudiar un Tratado de Libre Comercio como el que ya han firmado
México, Chile y Perú. Estados Unidos es el principal cliente
de sus exportaciones (16 %), superando a Brasil (15 %) y Argentina (8 %).
Los ajustes técnicos estarían terminados en Octubre, aunque
el anuncio del nuevo socio se haría en plena campaña electoral
norteña antes de la renovación presidencial que aparentemente
perderían los republicanos. Otros vaticinan que la quizás flamante
mandataria Condolezza Ricce anunciaría semejante éxito.
Pero previamente había pasado por México, donde se entrevistó
con uno de los pocos amigos internacionales del actual presidente norteamericano,
Vicente Fox. Recordemos que este último se enojó con el Mercosur
por no adherirse al Area de Libre Comercia de las Américas promovido
por la superpotencia. A poco de abandonar su gestión, invitó
al rioplatense a copiar su modelo de entrega, que ha desplazado a millones
de mexicanos que escapan de la pobreza. El ex Presidente de la Coca Cola mexicana
y actual mandatario mostraba un gesto de satisfacción bajo su espeso
bigote, ya que el charrúa le espetaba sus intenciones de irse del Mercosur
a sus odiados Kirchner, Lula y Chávez.
Rodrigo Rato, titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), le estrechó
en un abrazo como si recibiese al hijo pródigo. Por fin nuevamente
un presidente sudamericano volvía a pisar las alfombradas oficinas
washingtonianas que otrora deslumbraban al mundo. Desde que Brasil y Argentina,
máximos deudores, cancelaron sus cuentas, se está planteando
la necesidad o no de su existencia. Danilo Astori, el Ministro de Economía
y delfín de la derecha de Montevideo sentía que su misión
en un gobierno que había llegado por el voto popular volvía
a mantener todo en su lugar, como alguna vez temieron los dirigentes mas rancios
de su país.
Mayo 2006-05-06 ©