Por Daniel do Campo Spada.
Tras la derrota en las constituyentes de Misiones, en las que la oposición
(desde la derecha hasta el centro) se encolumnó detrás del sacerdote
europeo Joaquín Piña, el Gobierno del Presidente Néstor
Kirchner, que había apoyado al oficialista Rovira, empezó a
tomar temperatura y a sobreactuar algunas medidas. En la misma semana le pidió
a los gobernadores Eduardo Fellner (Jujuy) y Felipe Solá (Buenos Aires)
que se bajen de las intenciones de reelección, a punto tal que Cristina
Fernández sería la fórmula de reemplazo para las presidenciales
del 2007 aunque mida menos que su esposo. Pero en el interín, se percibe
la llegada de un embajador norteamericano de alto perfil y un ridículo
enfrentamiento judicial con Irán, asociados a peligrosos cambios de
manos en los medios de comunicación.
Cuando se abrió la Asamblea Constituyente de Misiones, el Padre Piña
agradeció, saludó y se fué a España. La Constitución
provincial que la discutan los misioneros. El ya había cumplido su
misión, que era impedir que una reforma de la carta orgánica
le permitiera a Carlos Rovira llegar a una tercera gobernación. Para
ello, se le unieron desde lo mas rancio de la derecha (Mauricio Macri, Ricardo
López Murphy, Juan Carlos Blumberg y Ramón Puerta), viudos doloridos
(Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna) más un radicalismo que no sabe
de que lado está. Una verdadera bolsa de gatos ganó los comicios
pero sin capacidad de articular un modelo de gestión coherente. El
objetivo, de todas formas, estaba logrado. El gobierno de Néstor Kirchner,
en la cúspide de su popularidad mordía el polvo de la derrota
en las urnas por primera vez. Esa misma noche, nadie durmió en la quinta
de Olivos. En menos de cuarenta y ocho horas, se ponía en marcha un
nuevo plan que respondía al precepto peronista primero el movimiento
y después los hombres.
Si el plan era mantener el gobierno en funcionamiento, los nombres debían
pasar a un segundo plano. Fellner, en Jujuy, recibió una llamada del
propio Kirchner para que se baje de su intento reeleccionista. El jujeño
fue el primer gobernador que apoyó al Presidente, cuando aún
vivía dentro del apoyo de Eduardo Duhalde. Por ello, en el fallido
congreso de las peluquerías (en el que se pelearon Cristina
Fernández de Kirchner e Hilda Chiche González de
Duhalde) era su candidato a dirigir el Justicialismo.
A los pocos días, el golpe de timón lo dió Felipe Solá,
quien retiraba su pedido de interpretación del artículo del
que dependía su posibilidad o no de presentarse nuevamente. A cambio,
se le prometía la posibilidad de un nuevo y destacado lugar en un futuro
gobierno nacional ¿de Cristina? Algo debió haber prometido como
sacrificio personal el propio primer mandatario, ya que es vox populi la nueva
ubicación que la ahora Senadora nacional por Buenos Aires empezó
a tener en actos oficiales y en otro de los proyectos fundamentalistas que
se han encarado. Volver a una Corte Suprema de solo cinco miembros (abandonando
el proyecto menemista de 9) fue bien recibido por los especialistas ante la
indiferencia de la opinión pública que no entiende la diferencia.
En la actualidad hay siete integrantes y al faltar designar dos, se redobla
la apuesta por la reducción alti tempri.
Pero en la Casa Rosada no pueden permanecer solamente sobreactuando lo
que los medios dicen que la gente dice que quiere porque estos están
silenciosa y peligrosamente armando su estrategia de cara a un 2007 en el
que todos irán contra el gobierno. Francisco de Narvaez, que en las
últimas presidenciales impulsó económicamente la campaña
de Carlos Menem (quien quiere ser nuevamente el candidato de la derecha) y
ahora arroba en el duhaldismo resentido, adquirió El Cronista Comercial
al grupo español Recoletos. Desde allí, junto a sus revistas
Apertura e Information Technology, se impulsará la campaña de
Roberto Lavagna. El diario La Nación, claramente la voz de la Embjada
de Estados Unidos, redobla sus críticas hacia el gobierno, en medidas
coordinadas con el propio Embajador Earl Anthony Wayne, reunión de
la cual informa el propio matutino en su edición del 18 de noviembre.
El semanario tabloide Perfil, que extorsiona al Poder Ejecutivo en demanda
de publicidad oficial, es la pata que falta junto a Radio 10, que peca de
xenófoba y racista. Además, el ex accionista de Aerolíneas
Argentinas, el español Antonio Matta, se habría quedado con
Ambito Financiero, que Julio Ramos vende al cumplir 30 años de historia
debido a su problema personal de salud. No mucho mas tranquilo deberían
quedarse en el gobierno sabiendo que el principal socio del holding Grupo
Clarín es David Martínez es un militante anticastrista, quien
al mando del fondo Fintech marca muchas de las políticas del multimedio.
En esta sobreactuación se despidió a Luis D´Elia de la
Subsecretaría de Tierras por apoyar a Irán en un acto de la
Embjada en Buenos Aires, ante el embate del Juez Federal Rodolfo Canicoba
Corral que en un acto de total irresponsabilidad pidió la captura internacional
del ex presidente Alí Rafsanjani y otros ocho funcionarios iraníes
por presunta responsabilidad del atentado ante la Asociación Mutual
Israelita Argentina (AMIA). ¿Por qué motivo no se llama a los
jerarcas del régimen israelí, presuntos responsables de la implosión
de la Embajada unos años antes por esconder armas en un país
ajeno? La reunión con el Consejo Judío Mundial (de lo que hablamos
en otra nota) en la gira por Nueva York está asociado con presuntas
amenazas de una comunidad cada vez más combativa. En Argentina, sus
jóvenes cada vez se identifican más e incluso le hicieron un
boicot al propio diario de los Noble-Magnetto. El nuevo Embajador de Bush
en el país no es ajeno a el apoyo al eje Washington-Tel Aviv.
El gobierno sabe que queda menos de un año para volver a salir a la
cancha electoral. Hoy tiene un gran favor en la opinión pública,
que valora justamente que se hayan enfrentado a esos sectores a los que ahora
pretende contentar, sabiendo que llegado el momento votarán desde un
Menem a un Macri pasando por un Lavagna o un Sobish.
Noviembre 2006-11-18 (C)