Por Daniel do Campo Spada
Pocos casos han tenido tanta mala fé en su difusión como el
de la no renovación de la licencia de Radio Caracas Televisión.
Una verdadera conspiración de los multimedios internacionales deformó
lo que es un hecho legal, de un gobierno legítimo, en un intento de
mansillar a la figura del Presidente de Venezuela Hugo Chávez. Muchos
de los medios que propician una supuesta libertad irrestricta
no mencionaron absolutamente nada cuando el golpista Pedro Carmona cerró
Venezolana de Televisión y Catia TV. En Argentina, se repitió
el fenómeno a punto de hacer un total silencio con el bloqueo judicial
que un multimedio mendocino por cable pretendía hacer con el Canal
7 que era el único que llegaba en forma gratuita.
Al hablar del caso venezolano no se puede desconocer que hay mucha preocupación
en la derecha internacional con lo que a todas luces es una revolución
social y por ello cualquier excusa es buena, aunque se deforme la realidad.
Todo comenzó cuando el 27 de mayo del corriente año vencía
la licencia de Radio Caracas Televisión (RCTV) otorgada por el ex-dictador
Marcos Pérez Jiménez en la década del 50, mientras gobernaba
una junta militar que acababa de dar un golpe de estado. La no renovación
de licencias es un acto soberano de un gobierno democrático, sobre
todo cuando el licenciatario no ha cumplido con los compromisos mínimos
que se le exige en los contenidos. La mencionada emisora, de capitales extranjeros
en su mayoría, tenía una grilla de programación predominantemente
chabacana, con alto componente erótico aún en horas de protección
al menor y actitudes discriminatorias hacia las discapacidades o defectos
físicos en sus situaciones pretendidamente humorísticas.
Cuando la clase alta, apoyada por Estados Unidos y España dieron un
golpe de estado para quedarse con toda la renta petrolera, la primer acción
del dictador civil Pedro Carmona hizo fue suspender unilateralmente las transmisiones
de Venezolana de Televisión y de Catia TV, dos ejemplos de televisión
cultural y de contenidos sociales. Ese tipo de contenidos están siendo
combatidos a nivel latinoamericano por la derecha internacional. En la Ciudad
de Buenos Aires, el flamante Jefe de Gobierno, el multimillonario Mauricio
Macri ya avisó que cerrará el canal porteño Ciudad Abierta.
En la cobertura de los hechos de RCTV, la cadena estadounidense CNN mezcló
imágenes de manifestaciones en México donde el poder empresario
asesinó a un periodista y las hizo pasar como la de manifestantes venezolanos
reclamando la permanencia del canal. Aún así un reducido grupo
de militantes pagados por los mismos dueños del canal, hacen bulla
frente a las oficinas de CONATEL. Pues claro que cobramos. Y si me lesiona
la policía, me prometieron que sería un extra en las novelas
cuando lo reabran, contestó uno de los presentes que portaba
un cartel pidiendo la reapertura.
El Ministro de Comunicación e Información del Gobierno Bolivariano
de Venezuela, William Lara, denunció que en el canal de la otra gran
cadena privada de su país, Globovisión, desde su Canal 8, a
la misma hora que el Presidente Chávez hace Aló Presidente,
emiten Aló Ciudadano en la que han mezclado imágenes
del primer mandatario con las del atentado de Juan Pablo II, en un claro intento
de incitar a la rebelión.
Los medios electrónicos son un elemento demasiado importante para que
el lucro económico y la mala intención se disfracen de libertad
de expresión. ¿Podríamos concebir una licencia
a un hospital en el que a los pacientes, en lugar de atenderlos de sus dolencias,
le garantizaran servicios sexuales durante sus internaciones? ¿El solo
hecho de que muchos adquiriesen sus servicios, garantiza su servicio público?
Las señales de canales abiertos llegan a toda la población,
pero fundamentalmente a las clases bajas, que no tienen acceso a otras opciones.
En Argentina, hay dos muy buenos canales estatales (Canal Encuentro, del Ministerio
de Educación de la Nación y Ciudad Abierta del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires), pero que lamentablemente están en los servicios
pagos. ¿Las clases bajas no tienen derecho a poder verlos? ¿Quién
condenó a la mayoría de la población a un gran hermano
bailando por un caño? ¿Por qué debería ser distinto
en Venezuela?
Julio 2007-07-08 (C)