Por Daniel do Campo Spada
BUENOS
AIRES.- El arribo del multimillonario Mauricio Macri a la Gobernación
de la Ciudad de Buenos Aires es una visagra para el movimiento de empresas
recuperadas. Con una medida judicial de restitución del Hotel Bauen
de Callao y Corrientes a sus antiguos dueños (a ejecutarse entre Agosto
y Septiembre) y un proyecto del diputado porteño Mario Morando del
partido derechista Propuesta Republicana busca financiar a los dueños
privados para que reasuman el control del hotel, devolviendo a los trabajadores
al simple papel de asalariados. La cooperativa Buenos Aires Una Empresa Nacional
había reabierto una fuente de trabajo cerrada en 2001.
La historia comienza en pleno gobierno militar de facto cuando en el año
del Mundial de Fútbol de 1978, con dineros del Estado se construye
un poderoso hotel en una estratégica zona de la Capital que es cedido
al empresario Yurcovich. Sin devolver jamás el préstamo,
es vendido a una empresa fantasma de capitales chilenos (presuntamente ligados
al pinochetismo) llamada Solaria, quien de los u$s 12 millones pactados solo
abona u$s 4. Desde allí comienza un camino directo a la quiebra que
en diciembre de 2000 deriva en la intervención judicial. El síndico
encargado de la administración opta por cerrarlo en los primeros meses
de 2001, dejando a los trabajadores en la calle en uno de los peores momentos
de la historia argentina, donde la desocupación llegaba al 21 %.
Un grupo de 30 ex trabajadores, que se encontraban con una carpa en la puerta
deciden reabrir el hotel, con el apoyo de la experiencia del Movimiento Nacional
de Empresas Recuperadas, que ya tenían cerca de cien experiencias exitosas
de empleados que rehabilitaban sus puestos de trabajo con gran sacrificio
y aún a pérdida. La cerámica Zanón, la textil
Bruckman y la imprenta Chilavert eran ejemplos de que muchas utopías
podían realizarse.
En apenas tres años, llegan a 154 trabajadores, reclutados de movimientos
de desocupados y de las propias familias de los empleados originales. La conducción
colegiada se plasma en asambleas y en reuniones de delegados, logrando un
alto grado de compromiso de cada trabajador. A diferencia de las experiencias
de Zanón y Brukman, no ganan todos igual. Las diferencias salariales
están dadas por la antigüedad en el rescate del BAUEN.
En lo que es un auténtico giro, desde la Ley 1529 de la Ciudad en la
que el estado compraba las empresas para ser repagadas en veinte años,
se ha llegado a un presente en el que los ex dueños privados que huyeron
en la crisis del 1999-2001 sin importales el impacto social de la desocupación
de sus empleados, ahora pretenden recuperar sus empresas. Las huídas
eran dantescas, dejando impagos a empleados y proveedores. Estos últimos
fueron atendidos por los cooperativistas que reabrían las fuentes.
El caso del BAUEN es un ariete desde el cual pueden derivarse las demás
experiencias.
Agosto 2007-08-26
TECUM NOVO MundusNET
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