Por Daniel do Campo Spada
La
Presidenta Cristina Fernández decidió varios cambios en su equipo
ministerial para recuperar la iniciativa en el complicado panorama político
pos-electoral. La re ubicación de varios de ellos le da nueva forma
y un claro ímpetu de alto perfil a los Ministros.
Aníbal Fernández será el nuevo Jefe de Gabinete, Amado
Boudou encargado de economía, Julio Alak en Justicia y Jorge Coscia
en Cultura.
La salida de Sergio Massa se rumoreaba desde semanas antes de las elecciones,
en las que las movidas electorales de su esposa Malena despertaron ciertas
sospechas. No solo la estética de sus gigantografías en Tigre
eran similares a la de Francisco De Narváez sino que además
sacó el doble de votos que Néstor Kirchner ante la presencia
de boletas cortadas previamente. Eso no gustó. En su lugar entra alguien
que se puede considerar un candidato natural para el cargo desde el 2003.
Aníbal Fernández puede sostener una polémica como pocos
en el gobierno y encima conoce el conurbano bonaerense como pocos, recordando
que fue Intendente de Quilmes. La orden es empezar a mostrarse más
que sus antecesores, para descomprimir la exposición permanente de
Cristina Fernández. Es de esperar que sea el arquitecto de la reconstrucción
del kirchnerismo, que al contrario de lo que dicen los grandes medios sigue
teniendo la mayor masa crítica de votos a nivel nacional, mas allá
de la realidad concreta de haber perdido en los cinco grandes distritos.
La salida de Carlos Fernández del Ministerio de Economía se
da por motivos exclusivamente políticos. Inobjetable como técnico
no era carismático como para salir a defender las posiciones del gobierno
en las batallas que se vienen, donde la batalla será claramente entre
redistribucionistas contra los egoístas de la Mesa de Enlace terrateniente
a la que se le unirá el cineasta sojero Fernando Solanas a través
de una non sancta unión de la Federación Agraria Argentina con
algunos sectores de la CTA. En su lugar ingresa Amado Boudou, un ex hombre
de Massa que tomó vuelo propio. A pesar de su doctorado en el CEMA
(tan ligado a las corrientes neoliberales de la década del 90) con
los dineros de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES)
llevó un capital importante hacia tareas productivas generadoras de
mano de obra, en línea con el espíritu de la administración
de Cristina Fernández. Sabe exponerse en cámaras y en sus debates
de interpelación con la oposición ha demostrado aplomo y soltura.
Aquí se darán las grandes batallas en el siguiente año
ante el embate destituyente que los latifundistas preparan.
En Justicia, el lugar que deja Aníbal Fernández será
ocupado por el ex Intendente de La Plata, Julio Alak, quien ha gerenciado
la reestatización de Aerolíneas Argentinas poniendo a la compañía
de bandera nuevamente en funcionamiento luego de las dos décadas de
vaciamiento de los españoles. También conoce el conurbano y
eso le da acceso directo a los barones bonaerenses, que es desde donde el
narco-sojerismo intenta avanzar con las figuras de De Narváez y el
reaparecido Eduardo Duhalde que quiere crear la mas extraña de las
variantes peronistas jamás conocida, con el colombiano mencionado y
el también multimillonario Mauricio Macri.
Florencio Randazzo, uno de los Ministros mas prometedores en el gabinete,
por edad y experiencia, sigue en la estratégica cartera de Interior,
pero es una buena reserva que ya se ha asentado en el cargo y que tendrá
por delante pilotear la nada fácil tarea de reconstruir el peronismo
transversal en los territorios en los que perdió. Córdoba, Santa
Fé y Mendoza están en las primeras hojas de la agenda.
El nuevo Ministro de Cultura será el cineasta, hombre de las artes
y ex diputado Jorge Coscia, quien sucede a José Nun, quien se retiró
por considerar que ya había hecho un importante ciclo al frente de
la cartera que en las coberturas mediáticas queda siempre subsumida
a la de Educación. El nuevo responsable del área, quien viene
de dirigir el Instituto Nacional de Ciencias y Artes Audiovisuales (INCAA)
es una esperanza de una cultura con visión popular.
Cristina Fernández indudablemente tiene cintura política y tras
ocuparse del trascendental tema que es la crisis de Honduras, con un fuerte
impacto en todas las experiencias democráticas en el continente, recuperó
la iniciativa política en una plaza en la que nuevamente volveremos
a ver a los personajes de los últimos meses, pero sin spots de por
medio. Ese es también el principal escollo para los triunfadores
del 28 de junio. Llega el momento de ver a los pingos en la cancha y allí
muchos no soportan ni el maquillaje de las fotografías artísticas
ni los rostros sonrientes y palabras vacías con las que nos saturaron
los últimos meses.
redaccion@tvmundus.com.ar
www.TVMundus.com.ar
JULIO 2009-07-04
Permitida su reproducción con mención de la fuente.