El PRO ordenó violento desalojo de pobres en Flores.
Por Daniel do Campo Spada.
Una
niña, tan anónima como su destino, juntó sus útiles
en su mochilita escolar rosa con rueditas. Estaba haciendo los deberes cuando
la topadora del macrismo comenzó a derrumbar las precarias viviendas.
Hoy está en un lugar incierto y lejos de su colegio en el que debía
reencontrarse con sus compañeritos. ¿Le importa esta imagen
a un dirigente o a un votante de la ultraderecha?
Cumpliendo una orden de la jueza contravencional Claudia Álvaro ( filomacrista
), la Ministra porteña María Eugenia Vidal, candidata a ViceJefa
de Gobierno, ordenó un violento desalojo de trescientas familias asentadas
en el Bajo Flores en las inmediaciones de los estadios de Deportivo Riestra
y San Lorenzo de Almagro. Desobedeció las sentencias cautelares de
los Jueces Vicente Cataldo y Elena Liberatori que pedían contener a
los afectados. En lugar de los $ 7.200 por familia que dictaminaron los magistrados
solo les hicieron firmar un recibo por $ 700 a metros de la destrucción
total de sus viviendas mientras los chicos lloraban y junto a sus madres juntaban
las pocas pertenencias que tenían. Con el dinero que el macrismo dice
que les dará no alcanzan a comprar mas que alimentos para unos días.
Estamos hablando de mil doscientas personas que viven del cartoneo y han sido
dispersados con destino incierto.
En el Gobierno de la Ciudad nadie contesta cuando se les pregunta si no había
otra solución, pero si nos fijamos en estos cuatro de gestión
obtenemos claras respuestas. Los pobres no son bienvenidos para
el PRO. La ultraderecha no quiere pobres y lo que ocurrió en La Veredita
es un remedro del Parque Indoamericano y sus trágicas jornadas de diciembre
pasado cuando se acusó de todo a los inmigrantes como si el padre de
Mauricio Macri no lo fuera. Podríamos también retrotraernos
a la prepotencia impune de la Unidad de Control del Espacio Público
(UCEP), banda de sicarios que hostigaban a personas en situación de
calle.
En pocos meses más los porteños se darán nuevamente la
oportunidad de elegir qué Ciudad quieren. Hechos como el que estamos
mencionando describen de cuerpo entero a la nueva alianza del PRO con la Unión
Cívica Radical (UCR) que desde la exclusión representa Silvana
Giudici, voz cantante del oligopolio Clarín cuando se debatía
la Ley de Medios de la democracia.
Hoy, esa niña llora lejos de su banco de escuela aferrada a su mochilita,
que apenas pudo salvar de los fríos funcionarios del Gobierno de una
Ciudad cada vez menos generosa. ¿Somos bienvenidos como
dicen los spots electorales macristas?
do Campo Spada, 2011 (C)
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JUNIO
2011-06-05
TECUM NOVO MundusNET Televisión
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