Estados Unidos vuelve a mirar América Latina - IV
La policía protogolpista de Bolivia.
FOTO: ARCHIVO
Por Daniel do Campo Spada
Estados Unidos agrede a los Gobiernos no solo con sus acciones económicas
o diplomáticas sino que a los ejércitos infiltrados o directamente
dominados ideológicamente ahora le agrega cierta cercanía con
varias de las policías sudamericanas. Una de ellas es la de Bolivia,
que recibe favores y entrenamiento generoso de la Embajada norteamericana.
Una huelga harto sospechosa se dio en La Paz encubierta en supuestas y entendibles
reclamos de tipo gremial pero que escondían claras intencionalidades
políticas destituyentes. En plena Cumbre de Río +20, no solo
Cristina Fernández volvió apresuradamente a su país por
el paro de los camioneros de Hugo Moyano y a Fernando Lugo de dieron un golpe
en Paraguay sino que Evo Morales también regresó apresuradamente
al Altiplano para tratar personalmente de solucionar el conflicto de los uniformados.
Tan grave y destituyente pareció la movida policial, que se autoacuerteló
por más de una semana y quemó archivos de investigaciones que
los pueblos originarios que marchaban sobre la Plaza Murillo para protestar
por la ruta que atravezarían por medio del Parque Tipnis, prefirieron
aguardar a quinientos metros durante varios días hasta que primero
se solucionara el problema de los encargados de la seguridad con los que no
solo no se querían involucrar sino que deliberadamente marcaron sus
diferencias1.
Morales pudo llegar a un acuerdo con los amotinados (ligados ideológicamente
a políticos y empresarios de la derecha) que consta de un bono de seguridad
social de 200 bolivianos, un aumento de 100 bs en el sueldo, un aumento en
el plus de alimentación, la jubilación al 100 % y la creación
de una Defensoría de la Policía ya que aducen malos tratos y
arbitrariedades de sus jefes. La pregunta que todos los observadores se hacen
es si un acuerdo tan rápido justificaba que los policías plegados
tomaran la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP), a metros de la Plaza
Murillo, centro del poder político del país al tiempo que se
manifestaban en los ocho departamentos del territorio2. Casi 37 mil policías
son una fuerza de choque muy importante considerando que en sus manifestaciones
salían con las armas reglamentarias largas a la calle, mostrando un
poder de fuego peligroso para la supervivencia del Estado. El Presidente no
quiso desplegar a las Fuerzas Armadas porque temía estar siendo prisionero
de una situación armada que hiciera correr sangre e ilegitimara su
poder popular obtenido en forma contundente mediante elecciones.
El caso de Bolivia y su policía nos remite inmediatamente a Ecuador,
conde la policía intentó golpear contra el Presidente Rafael
Correa en hechos que casi le cuestan la vida al primer mandatario.
do
Campo Spada, 2012 (C)
Redaccion@tvmundus.com.ar
www.tvmundus.com.ar
www.ECOInformativo.com.ar
www.Komunicacion.com.ar
www.tvmundus.wordpress.com
www.youtube.com/tvmundus
www.facebook.com/tvmundus
www.twitter.com/tvmundus
www.issuu.com/mundus
www.reflexioncristiana.tvmundus.com.ar
www.fmflores.tvmundus.com.ar
JULIO 2012-07-08
TECUM NOVO MundusNET Televisión
Permitida su reproducción con mención de la fuente.