Por Daniel do Campo Spada.
El 11 de agosto de 2013 el Gobierno Nacional que conduce Cristina Fernández
sufrió una importante derrota en los principales distritos electorales
del país (Provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fé,
Córdoba y Mendoza) y en dos reductos pequeños pero que siempre
le fueron favorables (Santa Cruz y San Juan). Aunque en el sufragio general
es la fuerza política más fuerte del país, apenas llegó
al 27 %, muy por debajo del 54 % obtenido por la Presidenta solo dos años
atrás. En los siguientes noventa días en la Casa Rosada deberán
repasar por qué los avances logrados en la última década
han sido desconocidos por la mayoría de la ciudadanía. En Octubre
se darán los números definitivos. Es propio agregar que si se
mantuvieran las cifras de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias
(PASO) el oficialismo aumentaría ligeramente su presencia en el Congreso,
pero no alcanza para detener a una derecha que solo quiere destruir.
Si nos guiamos por los resultados provisorios de los comicios estaríamos
ante dos hipótesis. Una indica que los medios hegemónicos y
las fuerzas de la reacción han logrado minar la opinión pública
contagiándola de malos augurios, creando un desgaste irreal pero funcional
a las corporaciones que quieren retrotraernos a los nefastos años 90
en los que el neoliberalismo destruyó nuestro sistema de contención
social. Otra indica que el Gobierno sigue adoleciendo de problemas al momento
de comunicar y que se paga el precio de una sobre-exposición de Cristina
Fernández que ha monopolizado la imagen gubernamental de una forma
superior a la de cualquier mandatario desde el retorno a la democracia.
En la Provincia de Buenos Aires, el Intendente del Partido de Tigre Sergio
Massa es la nueva esperanza de la ultraderecha que le ha creado una imagen
de gestión eficiente (cuando algunos números simples indican
lo contrario) y familiar propia para ciertos sectores medios cada vez más
amplios que votan por imagen. Es innegable el peso que la corporación
Clarín sigue teniendo en la instalación de personajes. Aunque
en el último tramo Martín Insaurralde (Intendente del Partido
de Lomas de Zamora) acortó la distancia a solo 5 % (contra el 18 %
de la brecha inicial) no alcanzó para instalarse en la opinión
pública. Incluso, a pesar del claro apoyo del Gobernador Daniel Scioli
(que siempre despertó y despierta desconfianza en el kirchnerismo más
puro) la diferencia fue insalvable. Despierta sospechas que para las elecciones
primarias en cuanto a cargos provinciales fue de claro empate contra la derrota
en el espacio nacional. Quizás los intendentes jugaron a dos aguas.
Eso quedó a la vista y los siguientes dos años no solo serán
difíciles para Cristina Fernández.
En la Ciudad de Buenos Aires la sorpresa la dio la interna de UNEN (derechista)
que superó a la ultraderecha de Mauricio Macri dejando al Frente para
la Victoria (FPV) en tercer lugar. Los medios sin embargo, a diferencia de
lo que pasó en San Juan, presentaron a Gabriela Michetti como ganadora
cuando como partido el PRO fue derrotado por segunda vez en los últimos
dos años en la Capital Federal (la anterior oportunidad fue en las
elecciones presidenciales de 2011). El tandem de políticos arcaicos
y en el cierre de su carrera como Elisa Carrió (al borde del delirio
místico y la rabia permanente) y Fernando Solanas (ex director de cine
preso de su egolatría) ganaron una interna en la que si en octubre
son acompañados por sus rivales internos (algo muy difícil)
ganarían en octubre. En ese escenario el candidato a Senador Nacional
Daniel Filmus, que aspiraba a la banca de la minoría, quedaría
afuera.
En la siempre adversa Provincia de Santa Fé, donde el socialismo es
la primera fuerza desde hace seis años el PRO volvió a quedar
en segundo lugar frente a un Partido Justicialista que no logró pasar
del tercer lugar a pesar de enviar al ex Gobernador Jorge Obeid como candidato
de la unidad. Es muy palpable que el sector menemista que conduce el también
ex Gobernador Carlos Reutemann pactó con el derechista Miguel Del Sel
del macrismo a quien le llevó sus votos y militantes. El ex candidato
a Presidente Hermes Binner vuelve al ruedo queriendo entrar al Congreso Nacional
para volver a estar en los diarios, ya que desde su derrota por 40 puntos
en 2011 no ha logrado, mas allá de la desaparición del Frente
Amplio Progresista.
Córdoba es definitivamente una provincia tan mediterránea como
conservadora. Las tres primeras fuerzas son de derecha y ultraderecha. El
progresista FPV apenas reunió 11 % detrás del delasotismo, el
radicalismo y el PRO (con el ex árbitro Héctor Baldassi como
candidato). José Manuel De la Sota consolidó su posición
de hombre fuerte del distrito aunque ello no le sirva para la proyección
nacional con la que sueña para el 2015, lugar que ya ha perdido a manos
de Sergio Massa o Mauricio Macri. El kirchnerismo no logra instalar una figura
de peso ya que la rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, Carolina
Scotto fue el fracaso de otra académica (como el caso de Filmus en
la CABA y Florencia Saintout en La Plata).
En Mendoza el radical y ex Vicepresidente Julio Cobos obtuvo un sorpresivo
43 % que lo posiciona nuevamente de cara a las presidenciales de 2015 como
uno de los candidatos de la derecha a la que tanto apoyó cuando traicionando
a Cristina Fernández apoyó a los terratenientes en sus intentos
destituyentes. El Gobernador Francisco Pérez fue el derrotado al obtener
el Intendente de Guaymallén solo el 23 % para el FPV. Igual la primera
mandataria lo ratificó en el discurso posterior en Tecnópolis.
Dos derrotas inesperadas también se dieron en San Juan, donde Compromiso
Federal de los hermanos Rodríguez Saá obtuvo el 42 % contra
el 38 % del FPV y en la Provincia de Santa Cruz, cuna del kirchnerismo donde
el radicalismo de Unión para Vivir Mejor llegó al 45 % frente
al 23 % de los cristinistas. El Gobernador Daniel Peralta, disidente, logró
que su espacio obtuviera el 22 %.
El oficialismo nacional ganó en Catamarca, Chaco, Formosa (con triunfo
incluso en la comunidad Qom), Jujuy, La Pampa, Misiones (a través de
sus aliados de Renovador Concordia), Río Negro, Tucumán y Tierra
del Fuego. Esto permite que a nivel nacional, según una simulación,
el FPV obtendría 39 bancas de Diputados contra 14 del Frente Renovador,
9 de la UCR y otros 9 del Frente Progresista Cívico y Social. Dado
que se renueva las magras elecciones de 2009 aumentaría su presencia
en el parlamento, pero en política la cosa pasa por otro lado y la
continuidad del proyecto nacional y popular necesita otra fortaleza sobre
la que habrá que empezar a trabajar.
do Campo Spada, 2013 (C)
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AGOSTO 2013-08-17
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