EDITORIAL Causa Ciccone Clarín|
El polémico Juez Lijo procesó
a todos los imputados y testigos.
Por Daniel do Campo Spada
El polémico Juez Ariel Lijo terminó procesando a todos los
imputados en el juicio que se sigue a instancias de la presión generada
por la imprenta Boldt (del diario derechista Clarín) ante la presunción
de que el Vicepresidente Amado Boudou habría salvado en forma ilegal
a su competidora directa Ciccone Calcográfica. Los abogados del integrante
del Poder Ejecutivo sostienen que el magistrado tenía redactada la
sentencia de procesamiento aún antes de escuchar las indagatorias.
También han quedado en esa situación la familia Ciccone.
Aún antes de poder ampliar la indagatoria que no le permitieron que
fuera televisada, el Vicepresidente quedó procesado en una causa de
extraño origen aparentemente generado cuando era Ministro de Economía
y diseñó el final de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones
y Pensiones (AFJP). La mafia que se mantenía con esta estafa a los
trabajadores compuesta de bancos, financieras y empresarios especuladores
buscaron con lupa la menor desprolijidad para poder cobrarse su venganza.
Aquí surge el problema Ciccone.
Ciccone Calcográfica es junto a Boldt la única capaz de imprimir
papel moneda en el país. Ante la posibilidad de quiebra decretada por
la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Boudou
habría intercedido para salvar esa situación sugiriendo un plan
de pagos aceptable por sus deudas fiscales y la aparicion de capitales privados
capaces de salvar a la empresa. Surge aquí un fondo llamado The Old
Fund que tiene como cara visible a Alejandro Vanderbroele. Según el
Juez (que dictamina de acuerdo al ritmo que le marcan las tapas del matutino
Clarín) el propio ex Ministro estaría detrás del mismo,
beneficiándose del traspado accionario diseñado para evitar
el cierre. Sin embargo Vanderbroele y Boudou jamás se conocieron antes
de este juicio. Lijo cree que la relación se da por un viaje de cuatro
días a Brasil de José María Nuñez Carmona con
el primero, actuando como testaferro del hombre de Estado.
Aparentemente el rescate lo pidió la familia Ciccone. Luego, al ver
la oportunidad del ataque al Vicepresidente quiso pasar a ser víctima
de una expropiación de hecho y volver a quedarse con la totalidad de
la compañia. La maniobra de enmascaramiento maquiavélico duró
muy poco y por eso los Ciccone (Nicolás y Héctor) junto al yerno
Guillermo Reinwick también han quedado procesados.
La causa es fogoneada por todos los medios de derecha y es sorpendente la
capacidad anticipatoria que los editores del oligopolio Clarín
y el multimedio La Nación logran tener. Ariel Lijo se ha caracterizado
por seguir los ritmos que le marcan desde la redaccion de calle Tacuarí
que ahora pide la renuncia y juicio político de Boudou mientras que
el caso de Mauricio Macri, con dos procesos desde antes de 2011 (por agredir
a pobres en situación de calle y las escuchas telefónicas ilegales)
goza de total protección mediática y judicial.
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do Campo Spada, 2014 (C)
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JUNIO 2014-06-29
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