Programas de TV Mundus a la carta
Noticias. Informe semanal conducido por Daniel do Campo Spada |
DeporVida. Deportes en la conducción de Jorge Eduardo López |
Especiales. Documentales y programas dedicados |
Reflexiones
Cristianas. |
200
Años Mil Historias. Fragmentos de la historia de la República Argentina. |
Mil
Años, Una América. Fragmentos de la historia del continente. |
Sabiduría. |
Solo
Una Imagen. Momentos que quedarán guardados. |
Tomando
Nota. Repaso de notas de TV Mundus |
El
Recodo. Programa cultural de Josefina Treviranus. |
Visión
Estratégica. Negocios en los consejos de Guillermo De Vega. |
Aprendizaje
Solidario. El mundo de la educación según Alejandro Gimelli |
Micro
Deportes. |
MP3. El mundo del espectáculo por Natalia Fascetta. |
Home
|TV a la Carta | Tv
en Línea |
Tv a Demanda
Director: Lic. Daniel do Campo Spada (2000-2013)
Por Amy Goodman
La Maratón de Boston y sus repercusiones han acaparado la atención
de los medios de Estados Unidos. Sin embargo, otra serie de explosiones
ocurridas dos días más tarde, y en las que el número
de víctimas mortales fue cuatro veces mayor, tuvo mucho menos cobertura
mediática. Fue el peor accidente industrial en años, aunque
llamarlo accidente no tiene en cuenta que era evitable y que posiblemente
se trate de un acto negligente, como suele suceder en muchos lugares de
trabajo peligrosos.
La primera llamada al 911 llegó a las 7:29 de la tarde del miércoles
17 de abril. Una mujer que se encontraba en una plaza de juegos vio un incendio
del otro lado de las vías del tren, en las instalaciones de la empresa
West Fertilizer Co., en la pequeña localidad de West, Texas, cerca
de Waco. Acto seguido, el departamento local de bomberos voluntarios se
movilizó. Menos de 25 minutos más tarde, una enorme explosión
sacudió la planta y causó ondas de choque, escombros y fuego
en toda la localidad de West, provocando la muerte de 15 personas, entre
ellas un médico del servicio de emergencias, ocho bomberos voluntarios
y un jefe de bomberos de Dallas que estaba visitando a sus hijos y se sumó
al esfuerzo de los bomberos.
El sistema de radio de emergencias recibió la siguiente llamada:
Necesitamos todas las ambulancias posibles en este momento. Acaba
de explotar una bomba aquí dentro. La situación es muy grave.
Muchos bomberos están en el suelo.
Mujer: Hay bomberos caídos. Reitero, hubo una explosión.
Hay bomberos caídos.
A esta siguió otra llamada, en la que se sentían quejas en
el fondo: La residencia de ancianos ha sufrido daños graves.
Hay muchas personas inconscientes. Por favor, envíen ayuda.
Se formó una nube en forma de hongo en el cielo. La explosión
fue de una magnitud de 2,1 en la escala de Richter, equivalente a un pequeño
terremoto. Las llamadas al 911 no dejaban de llegar. La gente denunciaba
que había estallado una bomba, que muchos estaban heridos y otros
envueltos en una nube tóxica. Entre 60 y 80 casas fueron sacudidas
por la explosión.
Una semana más tarde, con el incendio extinguido y la mayoría
de los funerales ya realizados, hay importantes preguntas que permanecen
sin respuesta. Un equipo de unas 70 personas está investigando la
fuente de la explosión. Reuters informó el sábado que
la planta albergaba 2.700 toneladas de nitrato de amonio, es decir 1.350
veces la cantidad mínima por la que una planta está obligada
a informar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en
inglés) acerca de sus reservas. El nitrato de amonio es un fertilizante
utilizado en la agricultura industrial a nivel mundial y es estable cuando
se lo almacena en forma adecuada. Es muy inflamable si entra en contacto
con el fuego, especialmente cuando se mezcla con combustible, como lo demostró
Timothy McVeigh, autor del atentado de 1995 contra el edificio federal Murrah
en Oklahoma City. La empresa West Fertilizer Co. nunca informó al
Departamento de Seguridad Nacional acerca de sus niveles de almacenamiento
de nitrato de amonio.
Este requisito se fundó en la preocupación de que posibles
terroristas roben nitrato de amonio. Hay otros organismos federales y estatales
que están a cargo de controlar las plantas de fertilizantes, las
instalaciones de almacenamiento de productos químicos y los lugares
de trabajo en general. Sin embargo, la Administración de Seguridad
y Salud en el Trabajo (OSHA, por sus siglas en inglés) inspeccionó
las instalaciones de West Fertilizer Co. por última vez en 1985.
Un informe de una inspección presentado en junio de 2011 a la Agencia
de Protección Ambiental enumeraba el almacenamiento de 24.000 kg.
de amoníaco anhidro, un fertilizante diferente, pero se afirmaba
que no presentaba ningún riesgo grave.
La explosión de la planta de West Fertilizer sucedió apenas
un día después del 66° aniversario del llamado desastre
de la ciudad de Texas, considerado como el peor accidente industrial
en la historia de Estados Unidos. Dos mil trescientas toneladas de nitrato
de amonio destinado a Francia como parte del Plan Marshall para la reconstrucción
y ayuda de Europa se prendieron fuego a bordo del buque SS Grandcamp. La
explosión que ocurrió a continuación dejó un
saldo de al menos 581 muertos y 5.000 heridos, y destruyó 500 hogares.
Cabría pensar que Texas es sensible a los riesgos potenciales de
este peligroso químico. Sin embargo, el gobernador Rick Perry le
dijo a Associated Press: [La población], a través de
la elección de sus representantes, envió un claro mensaje
de conformidad con el nivel de supervisión. Recientemente,
Perry elogió las normas ambientales de Texas, extremadamente laxas,
en su intento de atraer a empresas de estados como California e Illinois
a instalarse allí.
El 28 de abril es el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo
y se celebra la Jornada Internacional de Conmemoración de los Trabajadores
Fallecidos y Lesionados. En Estados Unidos, en honor a las 4.500 personas
que mueren cada año en el país en su lugar de trabajo. En
promedio, trece trabajadores van a trabajar cada día y nunca regresan.
Tom OConnor, director ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad
y Salud en el Trabajo, sostuvo: mientras las empresas critican las
normas y priorizan las ganancias por encima de la seguridad, los trabajadores
son los que pagan el precio.
En la explosión en West, Texas, murieron trabajadores, socorristas,
jubilados y vecinos. Muchas personas mueren o resultan heridas a diario
en Estados Unidos debido a que los lugares de trabajo no cumplen con las
normas de seguridad, pero esto parece tolerarse como el precio que hay que
pagar para desarrollar una actividad comercial. El gobernador Perry declaró
a West área de desastre y pidió que se rezara por las víctimas.
Eso no es suficiente. Como dijo la legendaria sindicalista Mary Mother
Jones: Recen por los muertos y luchen a muerte por los vivos.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística
de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur