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Director: Lic. Daniel do Campo Spada (2000-2013)
Las guerras de Obama no se toman vacaciones
Amy Goodman y Denis Moynihan.
Mientras la familia Obama se prepara para pasar las vacaciones en la isla
Marthas Vineyard, alguien debería recomendarle al Presidente
que lleve el libro Trampa 22 (cuyo título original en
inglés es Catch-22) como lectura de verano. Esta clásica sátira
contra la guerra del escritor Joseph Heller, publicada en 1961 y basada
en las experiencias del autor como piloto de un avión de combate
en la Segunda Guerra Mundial, lamentablemente es muy pertinente en la actualidad,
cuando las guerras de Obama en Afganistán y otras partes del mundo
continúan prolongándose.
El título de la novela de Heller hace referencia a la regla de un
régimen militar ficticio, según la cual solamente es posible
escapar al servicio militar si se es loco, pero si se solicita ser exonerado
del servicio militar se considera que la persona es cuerda y, por tanto,
tiene el deber de servir en el ejército, lo que deja a los personajes
atrapados en un callejón sin salida. Heller escribe en su libro Sólo
había una trampa, y era la 22, que establecía que preocuparse
por la propia seguridad ante peligros reales e inmediatos era un proceso
propio de mentes racionales. Orr estaba loco y podían retirarlo del
servicio; lo único que tenía que hacer era solicitarlo. Y
en cuanto lo hiciera, ya no estaría loco y tendría que cumplir
más misiones.
Barack Obama presentó su candidatura a las elecciones primarias de
Estados Unidos de 2008 como la alternativa contra la guerra. Su principal
rival era Hillary Clinton, cuya nominación como candidata a la presidencia
por el Partido Demócrata parecía inevitable. Algunos años
antes, en un discurso pronunciado en Chicago el 2 de octubre de 2002, Obama
declaró su oposición a la inminente invasión de Irak
y la denominó una guerra tonta, una guerra precipitada, una
guerra no basada en la razón sino en la pasión, no basada
en principios sino en la política. Como miembro del Senado
de Estados Unidos, Obama prometió obstruir todo proyecto de ley que
otorgara inmunidad retroactiva a las grandes empresas de telecomunicaciones
que cooperaron en el programa del Gobierno de Bush de escuchas telefónicas
de ciudadanos estadounidenses sin órdenes judiciales. Y el mismo
día en que asumió la presidencia por primera vez, como recordarán,
Obama prometió cerrar la prisión de Bahía de Guantánamo.
¿Puso Obama fin a la guerra de Irak? Definitivamente no, al menos
no para los iraquíes. Julio fue uno de los meses más sangrientos
en el país desde el aumento de la insurgencia contra el Gobierno
iraquí impuesto por Estados Unidos. En lo que va del año,
más de 4.000 iraquíes han muerto, la mayoría en ataques
con bomba contra civiles, y alrededor de 10.000 resultaron heridos en ataques
de suníes contra chiíes o viceversa. El 22 de julio, hubo
un ataque militar insurgente contra la prisión de Abu Ghraib, que
se hizo tristemente célebre hace diez años por las fotos estremecedoras
de abusos contra prisioneros por parte de soldados estadounidenses. Quinientos
prisioneros fueron liberados durante el ataque, entre ellos varios líderes
de al-Qaeda. La organización Transparency International clasificó
al gobierno de Irak como el séptimo gobierno más corrupto
del mundo, por encima de Sudán, Afganistán, Corea del Norte
y Somalia. Trece soldados estadounidenses murieron en Afganistán
en julio, entre ellos Caryn Nou, una soldado de 29 años que tenía
dos hijos.
La adopción de Obama de un Estado de vigilancia es ahora evidente,
tras las revelaciones del informante de la Agencia de Seguridad Nacional
Edward Snowden. En diciembre de 2007, la oficina del entonces senador Obama
emitió un comunicado de prensa que afirmaba El senador Obama
se opone firmemente a otorgar inmunidad retroactiva a las empresas de telecomunicaciones
y ha apoyado la iniciativa del senador Dodd de eliminar esa disposición
del proyecto de ley FISA. Otorgar dicha inmunidad va en contra de las
protecciones constitucionales que los estadounidenses esperan que el Congreso
defienda. El senador Obama apoya la obstrucción de este proyecto
de ley y exhorta a otros legisladores a que hagan lo mismo. Eso decía
el comunicado de prensa publicado en su sitio web. Meses más tarde,
Obama no solo no obstruyó el proyecto de ley, sino que votó
a favor de él. Ahora, el Presidente Obama se niega a reunirse con
el Presidente Vladimir Putin el mes próximo en Rusia, debido a que
Putin otorgó asilo temporal a Snowden.
Además, está la prisión de Guantánamo. Cien
de los 166 prisioneros que están detenidos allí llevan seis
meses en huelga de hambre. El Pentágono está alimentando a
muchos prisioneros por la fuerza. Se ha autorizado la liberación
de ochenta y seis de ellos. La mayoría de los 166 nunca fueron acusados
y algunos permanecen detenidos en esas condiciones desde hace más
de 11 años. Dicen que hay una desesperación generalizada entre
los prisioneros, tanto que preferirían morir de hambre antes que
tener que soportar más de lo mismo. El Presidente Obama afirmó
en abril: No quiero que estas personas mueran. Obviamente el Pentágono
está tratando de manejar la situación lo mejor posible, pero
creo que todos deberíamos reflexionar sobre por qué estamos
haciendo esto. De modo que hace que los alimenten por la fuerza para
mantenerlos con vida, sin acusación, sin un final en vista. Aunque
el Gobierno de Obama libere a dos prisioneros, un plan que el Secretario
de Prensa, Jay Carney, reveló el viernes pasado, aún quedan
164 prisioneros languideciendo ahí.
Antes de salir de vacaciones, el Comandante en Jefe Obama pronunció
un apasionado discurso a los infantes de marina de Camp Pendleton, California.
En otro lugar, el soldado Bradley Manning asistió a otro día
de su audiencia de condena. El protagonista del libro de Joseph Heller Trampa
22, el capitán Yossarian, sostiene a un compañero moribundo,
casualmente llamado Snowden, que muere en sus brazos. La experiencia suscita
la oposición de Yossarian a la guerra. Del mismo modo, Bradley Manning
fue a la guerra, detestó lo que vio y tomó medidas al respecto,
al filtrar documentos para generar un debate a nivel nacional.
La descripción de Heller de la guerra, cruda y descarnada, si bien
se basó en su propia experiencia, es parte de la ficción,
mientras que las guerras de Obama, sus ataques con aviones no tripulados,
su guerra contra los informantes, son muy reales.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición:
María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional
que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión
en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora
del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios
en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde
Diplomatique Cono Sur.